Moco de Alien

domingo, 6 de abril de 2008


Como por inercia al haber estornudado, levanté la cabeza rápidamente -achú- como mirando hacia el cielo, en ese tipo de reacciones con las que el cuerpo pretende engañar a la enfermedad pensando que ella fue más lenta que él y que con el brusco movimiento ésta quedó desorientada mirando desde el aire diciendo "cómo no me moví hacia arriba con él". Así posé los ojos en el cielo, en los brillos del cielo, los dos, luego tres, luego dos, todos los brillos del cielo.

Cuando tenía 11 años, en plena partida de Telefunken, mis padres junto a mi ex-tío Lalo y su esposa, salieron al balcón, provocados de cigarros. Afuera, el vecino del departamento de arriba extendía su brazo como para sumar 50 centímetros al alcance del zoom de su cámara de video, y gritó hacia abajo "miren, hay ovnis". Yo bajé a ver también, y efectivamente, era una danza de luces, ovnis o no, eran puntitos de colores que se movían erráticamente, titilaban y luego cambiaban su posición, como en una suerte de coreografía de guerra. Ese video luego fue sobreescrito con un interesante capítulo de alguna telenovela brasileña, dándole todo el crédito de dicha acción a la cuidadosa hija del vecino. Esta escena, a su vez, me hizo recordar un aterrizaje, que vi desde el cuarto piso de la casa que teníamos en el pueblo fundado por mi abuelo, en medio de la selva, una poco tranquilizante escena que hizo poco menos que quitarme el sueño de lleno, además de aquella imagen terrible cuasi-apocalíptica que viví en 1988, en la terraza de mi depa, el día de mi cumpleaños.

Me soné el moco, parecido a la sangre de Sigourney Weaver en Alien Resurrection, antes de que lograse escapar de mi narina, mientras seguía mirando el cielo totalmente absorto. No sé si eran ovnis o no, eran dos y luego tres luces, suspendidas en el cielo, luego moviéndose lentamente. Es muy improbable que por algún fenómeno metereológico se haya podido divisar una carretera de esas que serpentean la cordillera desde mi departamento, incluso creo que es muy improbable que alguna de aquellas alcance semejantes alturas, pero no hay nada mejor que dejar una duda razonable, porque siempre son dudas razonables y, más certero aún... no es que las cosas no sean lo que parecen, sino que jamás sabemos lo que quieren ser, ni lo que son.


1 comentarios:

Unknown dijo...

oooooooooooooookkkkk, demasiado "limpio" tu post, no necsitaba esa imagen en la cabea snif snif hahaha hoy me voy a ver a bryan adams yeeeee!!!!! hahahaha, los marcianos llegaron yaaa y llegaron bailando cha cha cha (8) hahahaha