Σώμα μου

lunes, 31 de diciembre de 2007


Quería compartir con ustedes un poco de mis excéntricos gustos musicales, y decidí colgar un poco de música griega, la cual me encanta. Esta canción se llama Σώμα μου (Cuerpo mío) y es de Notis Sfakianakis.


Σώμα μου απόψε πάλι νίκησες
και την καρδιά μου λύγισες
καυτό σκοταδι μεσα μου η μοναξιά
σωμα μου καημένο δε σε ορίζω πια

Σώμα μου
σώμα μου φτιαγμένο απο πηλό
Σώμα μου
κάνεις ό,τι θέλεις το μυαλό


Σώμα μου απόψε επαναστάτησες
χωρίς ψυχή με άφησες
οι Ερινύες θα ‘ρθουνε όπου και αν πας
σώμα μου βουλιάζεις στο δρόμο που πατάς

Σώμα μου
σώμα μου φτιαγμένο απο πηλό
Σώμα μου
κάνεις ό,τι θέλεις το μυαλό

---- TRADUCCIÓN ----

Cuerpo mío, esta noche me has vencido de nuevo
y conquistado mi corazón
Flameante y ardiente oscuridad es esta soledad en mí
Miserable cuerpo, no puedo controlarte más

Cuerpo mío
Cuerpo mío creado del barro
Cuerpo mío
haces lo que quieres con mi mente


Cuerpo mío, esta noche te has sublevado
dejándome sin un alma
Los dioses vengadores irán a donde quiera que estés
Cuerpo mío, te hundirás bajo los caminos que ahora andas

Cuerpo mío
Cuerpo mío creado del barro
Cuerpo mío
haces lo que quieres con mi mente

65

31 de Diciembre, 2:15 am

YO que fui golondrino para los blogs, podría casi vanagloriarme de haber llegado a mi post Nº 65. Como decìa Ivan Thays en sus épocas de mozalbete durante una entrevista a El Comercio "Yo siempre sufro, porque la poesía nace del sufrimiento". Ahora, viéndolo desde una perspectiva más positiva, he encontrado entonces una manera de capitalizar este sufrimiento en pos de cierta consistencia creativa.

La idea de éste último post del año es hacer un recuento del año que fue, así como millones de bloggers deben haber hecho desde su propia perspectiva. Aquellos que me conocen en persona deben estar pensando "aquí viene Kño con un típico soliloquio sobre políticas de estado y la reivindicación de las clases menos favorecidas, de los Atropellos de Monsanto a los campesinos y el ridículo actuar de nuestro presidente, sus teteos y sus perros del hortelano". Pero este blog es fiel impresión de lo que hay adentro, así que SE EQUIVOCARON.




Empiezo entonces por disculparme ante la reducida pero fiel lectoría por no haber culminado mi experimento de bitácora durante siete días, pero así como saben los que siguieron dicho intento, cada día se tornaba más difícil que el otro, hasta hacérseme imposible seguir el ritmo de un post diario. Por otra parate, aclaro que lo que viene es como una eyaculación mental: No hay cronología aparente en el asunto, son chisporrotazos, así como tan sabiamente funciona nuestro inconsciente.

EXes: Reloaded
He empezado a retomar el rastro -o han empezado a retomar el mío- de aquellas personas que han formado parte de la escueta lista de recipientes de amor del que humildemente les escribe. Solo una persona se mantiene esquiva de tal suceso, y bueno, por razones más que aparentes (que no detallaré, obviamente). Es reconfortante saber del avance de estas personas y de cómo he dejado sendas "buenas estrellas" en cada quién. Ahora, el que peligrosamente se encuentra en fase titilante entonces soy yo... cosas de la vida.


El año acaba como si se burlara de todos y, en especial burlándose de mí, me ha hecho vivir de los momentos más aciagos de los que puedo dar fe al momento. Un año se tomó el mundo para derrumbar aquella vida de yuppie y convertirla en una lucha por mantener el temple de la esperanza de lo que podrá venir.

Pero no quiero con esto decir que la vida va cuesta abajo y todo es una gran maldad concatenada para conmigo, más bien, y como mencionaba al inicio del post, es un buen momento para empezar a reconstruir lo que algún día será ese híbrido entre LuthorCorp y Umbrella Corporation: Kñocorp. Ya empiezan a verse los primeros pasos de aquellas medidas para lograrlo:

- El Pez Weon: Noble empresa conformada por Carlos "El Panda" Banda, Paolo "Lupita" Rally y Kño "Kño" Kño, avocada a brindar felicidad a los heliogávalos del común de la gran Lima a través de un gracioso personaje y su respectivo merchandising, con cuyos ingentes ingresos aquella alegría será retribuida a nosotros.

- Plin!: Lounge Creativo en proceso de nacimiento conformado por Rafael "Panetón" García, Giorgio "El Loco" Candiotti, Luis "Perrito" Chávez, Paolo "Lupita" Rally, Kño "Kño" Kño, y algunos otros dignos candidatos al Larco Herrera.

- WTF Tees: Aventura conjunta de un par de aventureros, del tipo de aventuras que se ven en el trigal y estereofónica.

- LITE(2): Relanzamiento del estudio de diseño multimedia otrora pujante, cuyo futuro se vio trunco por una rencilla entre un Nicolasillo y un Kñillo.

- Brainshakes!: Aventura, en inicio via blogósfera y luego como magazine radial, llevada a cabo por el estimadísimo Micky Kuro y Kño, junto a otros colaboradores.

Además de éstos, hoy recibí con beneplácito la noticia de que iba a encargarme durante el verano del BTL de TELMEX (que ya venía haciendo) junto al de FRANCA (si llegamos a firmar el contrato), Kent y Winston. Motivos para estar feliz, pues.

Los nuevos círculos
La vida es una línea atrapada en un Spyrograph, lo bueno es que a veces hasta se llega a encontrar consigo misma. Este año he hecho los amigos que necesitaba, luego de dos relaciones previas que terminaron por desmembrar, como si de un tierno recuerdo de Túpac Amaru se tratase, mi grupo de amigos. Eso de haber perdido un par de ciclos en el IPP debido a mis faltas por motivos laborales está ridiendo frutos recién ahora, de la mejor manera que haya yo podido esperar.

Obviamente quedan sobrevivientes a la masacre amical vivida a comienzos de año: Es menester entonces mencionar a Mariale (confidente, copia femenina y ex de Kño) Miguel Kuro (correligionario, colega, compañero, contertulio y cotorro) Tino (el eterno frustrado del flesh market) y John (El programador desvelado).

Ciclo de vida del producto
Asi pues, este año me agarró aún en etapa de bonanza, se encargó de destruirla, así como de signar con una atroz suerte los últimos 9 meses del año corriente para finalmente, como un coqueteo de la ironía universal, levantarme suavemente, avizorando como un futuro potencial el regreso a aquellas cúspides del que siente que ha logrado bastante en la vida.

Podría decir que soy el ciclo de vida del MS Zune durante el 2007 (Expectativa> caída estrepitosa> reconcepción> relanzamiento> aumento sustancial en las ventas en el Q4). Cuando algo es bueno, aunque sea de Microsoft...

Bottomline del Bobo
Y no del bar, sino más bien del corazón es a lo que este último párrafo hace referencia. Primero hay una reaparición inesperada que termina por convertirse en melodrama venezolano en un tiempo más corto que el que, como dice García Lorca "los piquetes de los gallos/ cavan buscando la aurora". Luego le sigue otra reaparición inesperada que acaba en la absoluta nada, luego... y a que no adivinan... ¡otra reaparición inesperada! que regresó no sólo para enseñarme mucho de la vida, sino para enseñarme mucho del dolor. Luego de tanta repetición y tanto quiebre, un prolongado período de abstinencia he debido de pasar, tiempo que no hubiera sido llevadero sin mis amigos (gracias). Ahora se perfila una historia distinta, pero como toda imagen que se acerca... primero siempre es distante y borrosa. Todo ésto me lleva a pensar qué tiene para mí el 2008 en este punto... ¿quién podría saberlo? (no es una pregunta retórica, si alguien lo sabe me manda un mail)

¿Qué es pues el 2008?
Es la absurda manifestación de que el calendario lo tenemos por gusto. La vida se construye sin parámetros relativos a calendarios, feriados y festividades. Éste post se convierte entonces en un mero intento de resumir lo que ha pasado hasta el día en que los almanaques se vayan al reciclaje y el chino del chifa nos regale uno nuevo, una manera de recordar que somos efímeros y que las cosas buenas y malas no tienen jamás temporalidad, pues todo depende de cada uno y de sus decisiones, que como pinceladas en un cuadro, no pueden ser removidas de ningún lienzo. Por eso es tan importante entonces tener presente siempre esto: Uno al final ha de morir con lo que pintó durante su vida.






Dos ejemplos

viernes, 14 de diciembre de 2007

EJEMPLO 1

¿has dejado un finepen destapado alguna vez?
¿sabes que cuando están tapaditos y se usan pueden durar un culo, no?
Duran en la medida en que los usas y escribes con ellos.
Pero cuando los dejas destapados o no los usas
se ponen duritos
como mi corazón
y ya no sirven.

------------------

EJEMPLO 2

tengo un pote de caramelos
los caramelos más ricos del mundo
los tengo guardados en mi alacena
y entonces cada vez que viene alguien que quiero le doy un caramelo
y así todos los días.
Siempre hay caramelos.

Pero entonces un día no llega nadie
pasa el tiempo
¿y sabes que pasa con los caramelitos?
Se honguean, se pudren o se llenan de hormigas,
y eso pasa hasta con los caramelitos más ricos del mundo.
Quiero invitar caramelos, antes de que, cuando venga alguien a visitarme,
no pueda ofrecerle ya ninguno.

------------------

No sabes qué decir, y no te culpo, nadie lo sabe.
Tampoco hay bencina.

Carta abierta con dueño

Leí un mail que no me gustó, y decidí por este medio dejar una carta abierta aquí:

La elección es muy simple, sólo escoge una de las dos opciones:

Ódiame desde tu casa y hacia adentro de tu corazón

ó

Ámame aquí a mi lado y hacia adentro de mi corazón.

Día4 - Jueves 13 - Coitus interruptus

El día empezó como a las 1:30 de la mañana realmente, llegó en forma de SMS y decía "Te extranio :(". Pero en ese momento hablábame Lopo sobre su destreza en las artes amatorias, y yo me cubría la cabeza con una almohada para tener la mente a oscuras, y no poder ver lo que estaba imaginando. Así es el sufrimiento del abstinente.

La conversación tomó otro tono y terminamos hablando de sus eternas tribulaciones y de su amor no correspondido. Llegó la hora de dormir, ya eran como las dos (cervezas) y media.

In Crescendo

Ya que ayer había terminado junto a Perrito, el Panda Banda y Lopo un tercio del trabajo de Marketing, hoy el día fue tranquilo para sorpresa mía. Fui a entrevistar bodegueros junto a Paolo y a Panetón, descubrí que uno de ellos era inclusive economista. Al terminar, compré una chocosoda y caminamos de vuelta los tres, para que luego Paolo huyera.

Candiotti se movía como uno de esos muñecos que ponen en los centros de diversiones, restaurantes de poca monta en la playa y eventos sin gracia ni gusto, de los que, con el aire de un compresor, levantan los brazos y los agitan como si tuvieran un ataque epiléptico focalizado en sus miembros superiores. Así es que vimos su presencia a la distancia, había venido por la monografía de Marketing. Y los tres subimos a mi casa, con toda la intención de trabajar.

Los dos tercios restantes de este trabajo se dividieron de la siguiente manera:

Panetón: Traer un doc con copy-pastes de información de distribución sobre Red Bull, molestarme, aportar datos interesantes, insistir en terminar rápido.

Candiotti: Tipear dos medios párrafos, molestarme, jugar Magic con mi hermano en su cuarto, regresar a molestarme, conversarme sobre chicas que alguna vez conocí en el Sophianum.

Kño: Transcribir entrevistas, procesar la info de Red Bull, redactar la info faltante sobre políticas de distribución de otros productos, corregir el texto final.

Un típico día de trabajo en grupo.

Los primeros espasmos

Imprimimos temprano la investigación, y a pesar del exceso de trabajo, estaba contento. D's, en un momento de felicidad, hizo que llegásemos temprano al instituto para estudiar gestión. Fui donde la secretaria y pedí una mota para empezar la clase de repaso.

La posta me la hizo J.J. Tirado, quien trató vanamente de jugar con nuestros nervios (debo decir que algunos sí sucumbieron ante tal presión). Bajó el ecran para ocultar mis notas en la pizarra, pero el ecran, rebelde como el alma de la sección, decidió tirarse para arriba. Todos nos reímos, los nervios estos días andan como cuerdas de piano. Pero ya sabía que el examen no iba a ser del otro mundo, y el resto del salón también lo supo al verlo. El, digamos, menos iluminado, podría sacar un trece redondo como cualquier número primo.

Así que tocó el timbre y todos salimos corriendo igual a los petisos de "Carrousel de niños", solo que en vez de una Maestra cuyo nombre no recuerdo, tenemos un profesor que es el cruce in-vitro entre un limón y Chicken Little: un pequeño ceviche de pollo. Así, con él y con su examen, fue felicidad todo, la gente tenía los ánimos volando por sobre ellos. Y entonces descubrí que soy el alumno favorito de Eléspuru.

El coitus interruptus

No hay sensación más fea que la de sentir que uno pudo hacer algo por salvar una relación -perdón, hizo todo por salvarla- y aún así ver cómo se hunde, como una mala dramatización del hundimiento del Titanic (quebrada en dos, en medio de gritos y con mucho dolor). Pero dentro de esa sensación, más que el dolor que causa al pasar, es la impotencia de sentir interrumpido el sueño, que resultó que de compartido tenía lo que de izquierdista tiene Oppenheimer. Y no fue esa la única interrupción frustrante que hoy día vino a mí.

De entre todos los profesores extraños que pululan el IPP y son dignos de la más dedicada observación clínica, hay uno pequeño, que algunos atribuyen al fruto entre Mario Bros. y el Señor Mascamadera del tío Joey: Mr. Eléspuru Bros. Compungido lo vi hoy corrigiendo exámenes de beto a saber qué ciclo, por lo que me acerqué a preguntar cómo le había ido para andar con semejante semblante. Se tomó un tiempo entre las correcciones y me dijo con una voz de candidato al suicidio: "estoy cansado", luego movió graciosamente sus cejas y yo le deseé suerte y un merecido descanso, para luego disponerme a salir de la sala de profesores.

"Tú me eres un chico que me cae bien" me dijo "ven", yo volteé extrañado a mirarlo desde la jamba de la puerta de la sala, luego me acerqué, y abrió entonces su folio cuando me dijo "te daré tu nota del final, pero no le digas a nadie". En consecuencia, guiado por mi fuerte convicción cristiana, prometí por la Sarita no decir nada, ni siquiera mover las cejas, para que la gente no me relacione con la infidencia que acababa de cometer conmigo el profesor. Pero cual novela, atrás nuestro, agazapada y mimetizada como un gecko en un edificio brutalista, estaba Teffy subrepticiamente espiando los registros de notas de Mascamadera.

Mi nota es un pasaje automático al sustitutorio de Economía, y me pesaba el alma suficiente con saberlo, luego de haber pensado siquiera que podía haberme sacado un dieciseis el día anterior. Pero con únicamente cuatro aprobados del total de la sección y una espía con información fresca, desde ese instante todo fue un polvorín.

"Ahh te bañaste..."

No sólo yo me encontré con chascos tan monumentales, no sólo fue el de Eléspuru el que frenó en seco a todo 2U, haciendo memoria debo decir que la primera desilusión de hoy fue la de Lopo que, presagiando el tipo de día que nos tocaría a todos, recordó el miércoles pasado y su salida con la chica de sus desvelos (de sus sueños fuera si lo dejara dormir), y cómo fue todo luego una montaña rusa que se acabó en la mejor parte.

La felicidad es, como lo dije en un post anterior, una intermitencia con la que aprende a vivir el hombre, como un hipo del alma. Pero a ésta uno la extraña cuando se va, cuando se corta tan de golpe como un coitus interruptus, ya sea por amor, por las notas o por lo que sea, porque así siempre queda dentro tuyo algo que quiere salir.

Todo eso conversamos camino a casa de Perrito él y yo, cuando entre epítetos coloridísimos proferidos a Eléspuru, mientras yo además recordaba a B, a N y todos los sueños truncos que encierran, supimos de muy mala manera, igual a lo que sienten ustedes al ver que este post se acaba, cómo es que se siente ser cortados en pleno.

Día3 - Miércoles 12 - "Ese olvido no es fortuito"

jueves, 13 de diciembre de 2007

Al preguntar a mis amigos por un estado particular de ánimo a ver si les sucede al igual que a mí, siempre obtengo esa respuesta que me hace sentir menos loco (o rodeado de locos como yo, lo cual me hace sentir igual de bien): Hay momentos donde, rodeado de gente que te quiere, uno se llega a sentir solo. Llegar a esa conclusión no ha sido muy dificil en verdad, pues quienes me conocen saben que he hecho una suerte de mudanza de círculo que, exceptuando a rescatables y masoquistas excepciones, ha reemplazado rostros en el panteón de los que están "siempre ahí". En verdad no ha pasado mucho hoy, nada aparte de sentir dicha sensación.

Estoy tomando una Brahma de las que me regalaron en un focus group, mientras Lopo hace lo mismo que yo, echado en mi cama (es decir, escribir un post y tomar una cerveza). Mientras bebo, recuerdo que hoy se acercó Iris y me dijo "Te has olvidado varias veces de traer el cuaderno de Jessica, me hace pensar que debes tener serios problemas, ese olvido no es fortuito". Eso me hizo pensar eso en cuántas veces me olvido de cosas, como una suerte de bloqueo, un censor hiperactivo poniéndose al día de su trabajo en mi conciencia.

El olvido justificado

He perdonado de todo, he perdonado deudas, afrentas e insultos, en tanto aquellos responsables me pidan perdón. La vida no es una lista de cobranzas,y no debería serlo tampoco, considero que perdonar es una manera de saldar deudas. Nicolás entonces, como una excepción espigada y reconrosa a la regla , me hizo acordar vía electrónica -la modernidad, lectores, que ustedes leen un blog- que hay personas que pueden dedicar su vida a expresar frustaciones a través de desempolvar viejas rencillas y así sentirse mejor.

Llegó A rato después, y desde la biblioteca extendí mi mano en aprista ademán de saludo, sólo que sin pañuelo, para saludarle. La distancia entonces fue una buena excusa para no haber podido divisar tal balconazo. Luego, al estar a prudente distancia para saludarnos, hice lo mismo, sólo para percibir esa indiferencia con total claridad. Debo aclarar que tuvimos una escueta discusión por la madrugada, momentos después de haber subido el post anterior, me olvidaba.

"Cagar un ropero"

El olvido no es extensivo a todo mi neocórtex, se aloja en el cajoncito rotulado "cosas importantes". Recuerdo estupideces con enfermiza claridad, como la cita de Hugo Cabieses durante un almuerzo, donde celebrando su llegada de uno de incontables viajes comiendo auténtico sancochado preparado en olla de barro, dijo que "haber terminado ese proyecto después de tanto tiempo me hizo sentir liviano como si hubiera podido cagar un ropero". Hoy fue el examen de economía, y yo me sentí así.

El loco Candiotti, en una demostración de sapiencia e increíbles dotes para la educación, logró enseñarme en quince minutos todo el semestre de un curso al que no había podido asistir por franelearle los zapatos Zegna a los Mexicanos de TELMEX. Luego vino el examen que me devolvió una exótica, una desubicada sonrisa al rostro. Reir pues no es una manifestación de alegría, es un ballet de músculos faciales irritados por el vacío del resto del alma, en tanto la sonrisa sí lo es.

Pero como no hay alegría eterna ni vida que la soporte, regresé, liviano como si hubiera cagado un ropero, a ubicarme en el mismo lugar donde estuve antes del examen, esperando el dichoso saludo. Y sucedió, pero fue igual de frío como tratar de sostener una botella de cerveza con los muslos.

Olvidos injustificados

Estábamos Perrito, Banda, Tefi, Coco, Lopo y yo reunidos para estudiar Gestión Publicitaria, el interesantísimo curso del adrede ácido profesor "Jay Jay" Tirado (cuya única conversación con él que logro recordar es la referente a su corbata Ferragamo y de cómo utiliza motivos de animalitos caricaturizados en colores vivos el diseñador). Y concluímos así la mitad del trabajo de Marketing sobre segmentación del mercado. Nos olvidamos, en una suerte de amnesia colectiva, de retomar el tema de gestión al terminar ese trabajo.

Pero más relevante para mí, es que me sentí solo. Me dijo A, allá en el instituto, que debía estudiar para su examen de mañana, luego de haber preguntado a todos los otrora asistentes a mi pequeña sesión de no-estudio qué íban a hacer hoy. Eso me hizo sentir solo. No poder abrazar me hace sentir solo, no ser abrazado me hace sentir solo, que no esté aquí me hace sentir solo. Las multitudes se encumbran entonces como odas a la soledad, y aquí estoy, olvidándome del mundo para enterrarme como cangrejo ermitaño en el caracol muerto de mi propio dolor, dolor ajeno a todos los presentes, y así me olvidé de ellos.

Ni el presente ni el futuro se olvidan

Terminó la reunión, y ahora tomo mi Brahma mientras escribo este post, escuchando "Los libros de la buena memoria" de Spinetta, mientras Lopo hace lo suyo. Debo recordar que mañana me espera un largo día enseñándoles gestión a todos los muchachos del salón. Hemos hecho un buen grupo de estudio, debo decirlo, estamos los de mejores promedios trabajando en pos de mejores promedios aún. Debo recordar que debo terminar el engorroso trabajo de Marketing junto a Panetón y Candiotti, los mismos del frustrado intento de campaña ganadora del día de ayer.

Lopo sigue aquí haciendo lo suyo, y no es díficil para mí recordar hoy que no estoy solo, que hay de verdad gente conmigo, esa gente que dibuja dinosaurios en mi sábana y usurpa la laptop. Eso terminó por traer a mi mente a aquellos otros que, a la distancia, dejan comments en el blog, los que hacen de esas noches vacías explosiones de risa, los que pegan controles remotos con "cinta scotch" (sic) en mi pared roja, los que vienen a las 4am cuando hay un motivo para llorar y tomar, por ende, un whiskycillo... los que están "ahí". Entonces el olvido entonces deja de ser algo malo, se convierte en el preciso trabajo del depurador de mi cabeza, cuyos sus resultados son siempre perfectos, tan perfectos como que ahora recuerdo a todos esos especímenes que he mencionado.

Es una verdad científica el que me haya olvidado de muchas -muchas- cosas relevantes hoy, pero ahora sólo importa lo que quedó, nunca más lo que se fue.

El boleto pasado

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Qué pasaría si hoy se te ocurre usar el pasaje a Praga, aquel que compraste para viajar hace una semana?

No te quedaría más que decir "Pude tener Praga"

Y Praga no podría decir más que "Pudo haberme conocido desde dentro".

Día2 - Martes 11 - La grácil patada del astronauta y la vocación de mártir del judío.

Me siento en la necesidad irreprimible de relatarles a ustedes, mi público (en su mayoría imaginario), con lujo de detalles y exceso de anécdotas sin sentido, lo que pasó hoy.

La vida es un trabajo del curso de investigación científica: te dan un script, lo lees bien para que luego, en una delgada línea al final del párrafo, escribas la idea central del texto y la ubicación de aquella en éste. Yo viví detenidamente ese script, y debo comunicarles entonces que la idea principal en este texto encuadrado sería:

La grácil patada del astronauta y la vocación de mártir del judío.

El día comenzó (o continuó, como quien pasa de matrix I a Matrix II) con una alarmante escasez de Coca Cola. Yo, realizando piezas para nuestra campaña final de Creatividad II, me zarandeaba peligrosamente entre el sueño, las ideas de Candiotti, el trabajo que ayudaba a hacer a Lopo y Renzo (A.K.A Conejito) y mis propias ejecuciones.

La madrugada transcurría lenta como esa gota que lucha por caer de un caño antiguo, que uno observa y parece retenida por alguna fuerza sobrenatural, agarrada por el rabo. Las ejecuciones tardan, más aún cuando las fuerzas de sus ejecutores han sido drenadas por ominosas cargas de ogros matemáticos.

La sensación que tuve desde las 00:00 hasta las 8:00am, sensación que cayó sobre mí como lo hace un Penthouse de entre las manos de un predicador evangélico, fue que el párrafo anterior se repetía como un loop atroz. Repetí entonces mil veces el poema de Becquer "mi vida es un erial/ flor que toco se deshoja/ y en mi camino fatal/ alguien va sembrando el mal/ para que yo lo recoja" Y pensé en que a veces ser tan bueno es malo.

Nuevamente evoqué a mi amiga Lourdes repitiendo aquello que les dije en el post anterior (para mayor referencia, lean el post anterior).

Desperté con el dolor de cabeza del catador de vinos sin experiencia, y seguí ejecutando. Era el verdugo de la Mac y renegaba de la falta de ayuda, del exceso de ayuda, de la falta de disposición de la gente para poder optimizar el trabajo.

Odio

Odio ser el único que sepa diseñar

Odio el Photoshop

Odio el Illustrator

Odio

Odio

Odio

Pero quiero ver a mis amigos aprobar, quiero verlos felices por saber que siempre tienen una mano ahí (ahí, no "AHÍ"). Así fue que hice 2 grupos de piezas -una por grupo- en el 150% del tiempo que tomaría hacerlos. Pero el tiempo se hace eterno, nada se acaba, y 150% es 300% en el mundo real.

Advertiser Eye for the MacClean guy

Corríamos tarareando (1.- buen uso del gerundio 2.- es mentira, yo nomás la tarareaba) la intro de la serie que parodio en el subtítulo, camino a imprimir el trabajo que habíamos terminado luego de:

-haber trasnochado
-haber terminado las artes de nuestro trabajo
-haber ido a dar el examen de Lengua II, como "descansando" (nivel de descanso... NS/NO)
-haber regresado a mi casa
-haber intentado, infructuosamente, rescatar el disco duro de la única PC hallada mediante la Paleontología, que yace, desde instantes antes de de haber salido a dar el examen de Lengua, muerta sobre el escritorio de panetón, y en donde teníamos guardado nuestro trabajo.
-haber rehecho la parte escrita de nuestro trabajo
-haber terminado las ejecuciones del grupo de Lopo y Conejito
-haber guardado los PDFs y las artes en un USB
-haber impreso los trabajos

Aquí empieza...

a correr el tiempo en contra y lentamente.

Aquí empieza...

"24" Ad Attack
(ni siquiera intenten hacer onomatopeyizar la cancioncilla porque van a terminar desgastando el BACKSPACE, como yo)

8:25pm
Lopo corre despavorido como prostituta en redada para parar un taxi.

8:26pm
Logramos alcanzar a Lopo, quien ya se había subido al taxi.

8:27pm
Pensaba en A (no importa, no hay presupuesto para un editor)

8:28pm
Vamos de camino al instituto, hay un tráfico de mierda. Vamos hablando sobre las exposiciones y sobre el super CCC que había resultado ser el nuestro.

8:29pm
Lopo piensa en una chica (meh, que no hay que dejar el bobo del lado). Esto ya había ocurrido intermitentemente durante el relato unas 984176276293 x 10(15) veces.

8:35pm
Tráfico, primeras evidencias de sangrado por lo oídos.

8:37pm
El taxista busca el vuelto para bajar del taxi. Lopo continúa la maratón del desesperado hacia el salón.

8:38pm
Alcanzamos a Lopo

(Aparecen los 4 recuadros en la pantalla, en uno se ve a Mac Clean atendiendo una exposición; El segundo, la la cara de desesperación de los 3 que llegamos; Un tercer cuadro, la cara del miembro de nuestro grupo, el loco Candiotti, profiriendo cuanta lisura el mundo le enseñó; Finalmente, se ve a Arturo señalándonos el salón donde se llevaban a cabo las exposiciones).

Terminó el Show

Las cosas suceden, cuando uno está apurado, como gráciles patadas de astronauta. El tiempo se arrastra sólo para burlarse de la cara de autogol de los vencidos. Anduvimos como polillas esperando a que MacClean salga del salón. conversamos con A, con Panda y Sandrita en el interín, quienes nos decían "aún hay esperanzas".

Al salir la gente de la exposición, ya tocado el timbre, y luego de recibir la descarga de bilis de Candiotti, me acerqué humildemente a hablar con el más surfer de los profesores IPPianos. Éste, en un acto salomónico, nos dijo que no podíamos presentar el final porque sería tener una ventaja por sobre el resto. Amén. Las excusas poco valen en momentos como éste, y ahí fue cuando decidí inmolarme. Como diría Julio César en La Casa Verde (chupódromo cercano al instituto): Alea jacta est, pe'.

Banzai!

"Yo llegué tarde y tenía aquí {en la laptop} los trabajos, déjelos exponer y póngame 0 a mí, no es justo para ellos" Esta frase debe tener algún pase mágico oculto, o tal vez al ser pronunciada al revés se oigan loas satánicas, y lo digo porque MacClean se transformó en otra persona, en Lourdes, y me dijo "No necesito mártires, yo sé que quieres a tus amigos, pero a veces pecas de bueno". Y yo que me propuse decir "NO", me encuentro ahora habiendo sido el partícipe de la masacre, masacre lenta y artística como una grácil patada de astronauta, de 5 personas de las que más quiero en este peñón al que le bailan las olas de materia oscura, por tener corriendo en cada recoveco de mi cuerpo ese elíxir que transmite la vocación de mártir del judío.

"Tu NO y agrego un NO más"

Estar con alguien es como asumir la tenencia compartida del alma de cada uno, es la cuenta mancomunada del corazón -al menos eso es para mí- y hoy quise retirar intereses, pero A tiene la asombrosa facultad de ser increíblemente esquivo. Sólo quería conversar un poco con quien debe ser mi apoyo, en vez de eso me encuentro caminando a mi casa con una sola idea en la cabeza: tomar un vaso de whisky, escribir en mi blog y dormitar, esperando hacerlo en ese sueño que acoge a los justos, y caer dormido como un mártir que murió en su ley, lentamente como patean con tanta gracia los astronautas.

Día1 - lunes 10 - Me desperté y...

lunes, 10 de diciembre de 2007

...no tuvo nada de especial, total, todos los días me despierto igual.

Lo extraño de hoy es que me da pena despertar a Paolo. En la semana de finales todo se acumula y termino sintiendo que soy un trompo aventado por Nicolás en sus épocas de huaraquero (y no huarapero).

Debo terminar el ISO de Adammo para mi amigo Renzo, trabajo que acepté por pura filantropía. Mala jugada, ha sido un nudo más al quipu, porque también por filantropía acepté enseñarles matemáticas a los del salón (y odio las matemáticas). No tengo tiempo para estudiar Psicología tampoco, y me han llamado de la oficina para que vaya a supervisar hoy en la tarde la maldita activación de TELMEX.

Bottomline: Estoy ensayando como una nueva adición a mi vocabulario la palabra NO.

Hoy le dije a Ali, la co-productora, que NO podía, ya bastante tengo como para cargarme el alma en este instante. Algunos pecamos de buenos.

Lourdes siempre me decía "Tu problema es que nunca sabes decir no" Y le creo.

Pero al final del día, cansado y renegando de la vida, no sé cuántos de ustedes sepan lo que se siente mirar las caras de todos sus amigos saliendo con la cara de Christian Barnard luego de su operación, al terminar de dar su examen.

Ya me lo repetían en el colegio "La batalla de la vida no la gana el más fuerte o el más ligero, porque tarde o temprano, el hombre que gana es aquel que cree poder hacerlo"

------

Es interesante cómo funciona la mente. Soñé que andaba con A por el instituto, todo un sueño recurrente. También soñé algunas cuestiones non sanctas.

Cuestiones non sanctas EN LA CALLE.

No recuerdo con quién exactamente sucedían (y creo que es mejor).

Mi filtro de la conciencia no está funcionando bien estos días.

------

"El auto del señor Chocano" Lo he leído y planteado tantas veces durante el ciclo para que lo entiendan que me lo sé de memoria. ahora lo dicto sin separata.

Ya al menos acaban finales y estoy feliz, pero no por mí, sino porque todos van a aprobar y podré dedicarme a la empresa conjunta que tenemos Paolo, el brand new amigo Banda y yo:

"El Pez weon" pez weon.

EL EXPERIMENTO

Hoy, habiendo sido persuadido a la distancia por el desconocido de Pierre, a quien ni siquiera conozco, y "el Lopo" (sic, porque me da la gana) que yace aquí a mi costado, he decidido llevar a cabo un experimento, de esos que te provocan hacer cuando estás cansado y estás en finales y tu proceso cognitivo se reduce a algo parecido a mascar borradores: RELATAR MI VIDA CON OTRO TENOR (las mayúsculas no fueron adrede, fueron algo más parecido a un acto -dedo- fallido), como si de una conversación se tratase. Así que ahí viene una semana seguida de la interesantísima vida de Kño durante finales.

Como decía Nicolás Lúcar "no se lo pierdan" o para no pecar de anacrónico "Que no se lo cuenten" (Ni tan viejo que fuera).

La leyenda de la lluvia

Por favor, no reproducir.

La lluvia

Todo lo que él vio yo lo vi. Él, en su poder supremo, dejó que conociera su alma desde mi cuerpo, y supe así todo cuanto aconteció en su travesía por ese mundo extraño.

Mirábulos acudían, y no con desgano ni repudio, esa noche. Las zarzas se alzaban bajo la penumbra, mientras la luna, diluida en el cielo, engullía sus bordes. Aquellos seres sin nombre ni rostro permanecían en un movimiento constante, articulado, monótono, andando el sendero y pisando la tierra quebrada, acercándose inexpresivos a contemplar el suceso. El ave ascendía grácilmente, el rito estaba por consumarse. El Esedión sacudía su báculo en pos de propiciar la venida de las nubes, mientras el resto miraba con extraña atención el fenómeno. Ésta era la noche, esa noche, y todos se congregaban en medio del desierto cuyas ramas secas se extendían como brazos cansinos por sobre la tierra, para concretar las escrituras.

Cansino llegó una noche, perdido y lacerado, dejando en la infértil tierra una estela de sangre que delataba su camino en el instante en que tomábale a la aquella saciar su ominosa sed. Mas a él no le importaba: Su frágil carne comenzaba a reclamar descanso, el sueño y la fatiga se cernían sobre él. Incluso así siguió andando por días y días, durmiendo sobre las secas ramas, bebiendo de su sangre y su sudor de hombre. Le pareció que todo había terminado, la búsqueda de su santo grial lo había llevado al último de los siete círculos, a lo más profundo, habría encontrado la tierra de su muerte.

Esa mañana pasó como tantas otras: él, vencido por la suerte, dejaba su alma por momentos y luego se acordaba de sí, una pequeña esperanza seguía brillando en su interior. Agarraba su bastón y emprendía nuevamente esa marcha sin fin a la nada. Ebrio de sol y de tierra, fue a parar a los pies de una gran columna de cristal, elevada desde la seca tierra hasta Dios, que hería sus ojos al refulgir. Cerró los ojos, cegado por la luz, y envuelto por el sueño… durmió.

Desconcertado al despertar en aquella habitación, brillante en toda su dimensión y más que traslúcida, transparente quizás, se asomó por el tragaluz de su celda. Cómo la describiría él, la fascinación por lo exótico lo había llevado a perder la razón, y este recinto era algo nuevo y maravilloso, deslumbraba su mente y agitaba sus pupilas ávidas de conocimiento. Despertó ese engendro dedicado a saber todo en él. Recuerdo que alguna vez, algún día sin nombre ni fecha, habíase propuesto saber todo y conocer todo, y ese impulso sin pies ni cabeza, que era bueno y malo a la vez, encausó su andar a lo largo de la vida. Para él era todo muy simple, la vida era él, no existían límites más allá de su tiempo, el mundo nacía y moría con él, y aquello que estaba fuera de sus sentidos simplemente nunca había existido.

Pero aún no sabía cómo es que había llegado ahí, ni como se curó de sus males. Ese cuarto maravilloso, en el cual se veía encerrado, comenzó a parecerle una hermosa prisión. No obstante de ser hermosa le atemorizaba el no conocer qué funestos propósitos habían llevado a su encierro, ni cuál sería su destino; al contrario, si de algo estaba seguro era de que su encierro no le hacía avizorar un futuro agradable.

Ese diáfano claustro tenía vista al vacío, por más que he tratado en estas líneas de explicar algo de lo que él observó me es imposible debido a lo que era: todo y nada, era como un reflejo de su propia alma, esos senderos inexpugnables que le decían todo su pasado, su presente y su destino, y que no lo dejaban dormir. Mirando por una de las paredes vio la hora de su muerte, rápida como un destello, pero la vio, y un escalofrío recorrió toda la médula de su desesperación, por lo que sosegado se sentó a aguardar la hora de su fin. En realidad no entendió muy bien que es lo que pasaría, pero él sentía que en el fondo de su alma toda la verdad aguardaba, había sedimentado y sólo esperaba a que su corazón se agite fuerte para mezclarse otra vez con su presente.

Se abrió la puerta de aquella habitación de cristal y unos seres lo invitaron a dejarla, entonces quedó ésta en penumbra repentinamente, y todas la imágenes, junto con la luz que lo alumbraba, se fueron con él. Dejaron atrás, él y aquellos que suponía él eran guardias, en comitiva el cuarto a través de un pasadizo, largo como el tiempo corredor de color luz, dejándolo en un amplio salón azul, azul desde el cielo hasta los rostros azules, azul que hería los ojos, un azul en el estado más puro y perfecto que se conozca. En el fondo de ese majestuoso salón, levantábase un velo que cubría desde el firmamento hasta las losas azules, y delante de ese velo una fulgurante silla plateada, silla hecha de luna fundida, brillaba en todo ese mundo como su luminaria, a través de una majestuosa abertura en el cielo. Sin duda -él pensó- esta silla debe pertenecer al gobernante de este lugar extraño pero a la vez maravilloso.

Su ser pudo más qué su miedo, y es ahí cuando la curiosidad lo obligó a acercarse a ese trono para observarlo un poco más de cerca. La sala estaba vacía y nadie se lo impediría, pero ¿Estaba bien? ¿No le acarrearía algún problema? No podía tener más problemas –concluyó– así que decidió aventurarse y correr el riesgo. fue acercándose lenta y sigilosamente, embelesado cada vez más por ese brillo, que como una droga hecha de esos recordados reflejos de las aguas, calaba en su ser y en su voluntad. Iba así aproximándose más y más, y para cuando llegó al trono, sintió al fin su vínculo con éste: él había nacido para esto, era suyo, siempre había sido así, y nada en este universo habría podido impedir este encuentro, tal como lo dijo el cosmos en su nacimiento, cuando marcó una estrella en su frente.

Sentose en su trono, en el salón azul, del mundo venidero que era color azul y del color de su alma, y de un momento a otro comenzaron a aparecer de entre el azul, como por arte de magia ,seres oscuros y extraños, sin rostro aparente, de carnes magras y ojos cansinos, como hijos de la noche. A éstos los lideraba un estilizado ser, alto y translúcido, a través de cuya piel se podía ver el conocimiento que había guardado probablemente desde siempre, y cuyos ojos tenían la sabiduría que solo el tiempo además poseía. Este ser, llamado el Esedión, sin decirle ninguna palabra levitando se acercó, y prosternándose frente a él, le mostró en su propia mente que había sido el escogido para salvar a su pueblo de la destrucción. Solo él podía rescatarlos, pero primero debía, como ser escogido, tener todo el conocimiento propio de los salvadores.

Toda la comitiva de estos seres, los Mirábulos, abandonó el gran salón para seguir a su nuevo gobernante hacía un pequeño recinto que él sentía que ya conocía, quizás porque el Esedión se lo mostró en su mente, un muy grotesco salón de roca sin pulir, de tonos marrones y grises, con grietas y desniveles, donde descansaba en el centro un sillón de zafiro y junto a éste, en un pedestal de piedra, posado esperaba un ruiseñor de oro, ave causante de la luz que iluminaba a aquella fría habitación. Entró él solo y, sentándose en el sillón de zafiro, aquel brilló con un fulgor escarlata de manera tal que el resto del mundo quedó en la más absoluta penumbra por un instante. Repentinamente el ruiseñor de oro despertó y echó a volar por entre los toscos seres, a través de los pasadizos color luz y las mamparas de cristal, para perderse en el vacío. Fue aquí que él se paró y miró a los Mirábulos como si los conociera a todos, como si los hubiera visto nacer y también visto morir. Era más sabio que el Esedión, él conocía las verdades y las almas.

Ya lo comprendía todo -algo que para nosotros sería como un Dios- y, sabiéndolo todo, entendió porqué veía su vida a través de las paredes transparentes del claustro, además de cuándo y en qué circunstancias había sido capturado por los Mirábulos: veía todo claramente porque sólo quien era el elegido podía conocerse a sí mismo, y fue capturado porque sólo el elegido podía cruzar el mundo para encontrar un territorio que no aparece en ningún mapa porque no existe para nosotros. Entendió así cual era su misión, porque lo conocía todo, y por ende se dirigió a la entrada del palacio cuya ubicación ya conocía, a través de los corredores de luz que se opacaban con su presencia y de los cuartos donde el último elegido contemplaría su futuro.

Abrió las puertas de rubí tallado con todas las formas del universo, puertas gigantes que separaban al palacio del infinito. Cuando él las abrió, y los varios brazos de altura de la puerta se movieron, ya era de noche. Se veían desde el palacio de cristal, que estaba erguido sobre el mundo y de donde todo se dejaba ver pequeño y distante, todas las tierras secas y marchitas, los campos grises y las praderas muertas, todas bajo la noche estrellada que alumbraba la miseria del mundo.

Sabía que debía bajar, y así lo hizo solo con pensarlo, posándose sobre la triste y reseca tierra, pisando pastos mustios mientras éstos crujían de dolor. Bajaron también los Mirábulos para seguir a su salvador, junto al Esedión que lo acompañaba en la fúnebre marcha. Fueron alejándose de la columna de cristal cada vez más, internándose en la maraña de bosques secos buscando el lugar destinado, aquel que aparece en las escrituras.

Todo el grupo caminaba acompasado, mientras musitaban las escrituras en pasmosa repetición, en especial los pasajes que decían de cómo un día llegó el hombre que les trajo la tierra, de cómo otro de los elegidos les regaló el fuego, y de aquel que hizo que sople el viento en el mundo, en su mundo...

Llegaron al santuario, estaba lleno de motivos ondulados que, como cintas de roca, recorrían toda la estructura por todos sus ángulos. Yacían al costado del santuario los templos de la tierra, del fuego y del viento. El Esedión abrió las puertas del cuarto templo y tomó de allí su báculo junto al ruiseñor de oro, quién estaba esperando el momento dentro del templo. En ese momento los Mirábulos callaron e hicieron un rito de purificación lamiéndose las manos y escupiendo al suelo, en una sincronía tal que hacía pensar que ellos ya habían hecho ésto antes.

Se dirigieron luego, liderados por su salvador, a un descampado del bosque, donde formaron un círculo, mientras miraban con sus inexpresivos ojos al Esedión, quien agitaba su báculo hacia el cielo. Las nubes al fin llegaron y el ruiseñor voló alto, muy alto, y murió en el cielo. Su luz y su alma entraron por los ojos del salvador quien, parado en medio del círculo de Mirábulos comenzó a llorar. Lloró y lloró él por muchas lunas, bajo la mirada expectante del Esedión, mientras los Mirábulos iban construyendo un templo nuevo, el quinto templo, el templo del alma, porque así decían las escrituras:

Morirá el cuarto elegido,
el cuarto rey, el cuarto Dios,
llorando ríos,
llorando mares,
llorando lluvia,
y poco faltará para la vida.

Setecientos setenta y siete sueños después
llegará y morirá el último,
el quinto elegido,
el quinto rey, el quinto Dios,
regalando su sangre roja
que manchará la tierra
y dará color a las flores negras.

Nacerá el amor en el mundo
y brillará la luz del amanecer del primer día.
Los Mirábulos tendrán alma,
poblarán la tierra y se multiplicarán,
y así el Esedión podrá descansar
por primera vez y para siempre.

El Esedión dio una última mirada al mundo casi listo, antes de regresar a esperar al último elegido, mirando el borde del infinito desde la cima de su torre de cristal, erigida en la mitad de lo que aún era la absoluta nada, luego de que habiendo construido el último templo, los Mirábulos fueran desapareciendo uno tras otro, desvaneciéndose mientras contemplaban aquello que el cuarto salvador recordaba al estar frente a su trono: los reflejos del agua nueva.

Unicornios

domingo, 9 de diciembre de 2007

Salí a buscar
crines de unicornios
y me vestí, como el rey
elegante de pelaje silverado

Miro hacia atrás desde mi brillo
y mi nada es esa lumbre
y oigo tantas risas, tantos versos
viviendo en un púlpito de lágrimas

Normal 1 - Fito Paez

Una canción de Fito muy especial para mí: Normal 1 (El nombre viene de una escuela Rosarina)



Un mundo de hadas frente al ataúd
Un rosario roto sobre la mesa de luz
La llave del piano, la corbata siempre azul
Sólo radicura para el bien de la salud
La licorería dentro del placard
Para ahogar los tiempos que ya nunca vendrán
Y te miré cuando llegabas al normal...
Al normal...

Uno nunca sabe
Uno buscará, lleno de esperanzas
Los caminos del azar
Uno normal 1 siempre volverá
Si uno se mirase desde afuera sin piedad...
Sin llorar, sin bondad
Sin jamas dejarse engañar
Sin hablar, sin pensar
Sin tocar las flores del mal

Algo llegó a su fin
Y no hay caso...
Debería romper la ilusión
No volveré a salir de tu mano
Todo pasó por un marshall...

Cuando el uniforme generaba frenesí...
Cuando la bandera idolatrada
Cuando la fernández se peinaba el peluquín...
Cuando no creíamos en nada...
Cuando vos cruzabas esas piernas para mí...
Cuando simplemente me mojaba...

Ringo ya afinaba el tambor de let it be
Mientras todo esto se esfumaba...

La licorería dentro del placard
Para ahogar los tiempos que ya nunca vendrán
Y te miré cuando llegabas al normal...
Al normal...

Un vals

lunes, 3 de diciembre de 2007

Hay muchos momentos para escuchar un vals

Hay muy pocas tardes para escribir un vals

Luego llegan noches para bailarlo.

Sangre II

sábado, 1 de diciembre de 2007

Certeza roja
es un acápite en la historia de mi viaje
continuación disociada de mis penas

Porque todo es un experimento doloroso
campo abierto que hierve desde dentro
Jugo de cereza.

Lúbrico beat

Maldito beat volador
es todo este mundo cuadrado
que lascivo mira mi vientre
no quiero ser padre de su sangre
es un impacto a sus brillos

Me dobla el peso de verlo
mis ojos bailan enloquecidos
jardín metálico de música amarilla
uñas engastadas en mi sombra

Toda esa noche regresa
como buscando redención
en tanto su alma sea diagonal del mundo

Sonata lúgubre termina por eclipsar
tu intención que es mentira santa

Lúbrico beat del mundo cuadrado muerto

Sangre I

No tengo más que hacer
todo parte a ese silencio azul
que se quiebra
no alcanzan mis manos a tomar
un todo de calma que no duerma

Ahora que huyen procesión de carozos
tus retazos como plumas sin ave
no soy nada sin mi fruto que brote
no soy nada sin cerezas flotantes

La línea callada

No voy a decir nada en tanta vuelta
de muñeca de ballet de verso
que no pueda verse en la mañana
si no escapan tus alondras de mis techos

Soy ciudad y teatro
pero nace en mí la voluntad
de desordenar
tu materia celeste como un asunto de D's
para retener tu esencia
de espacio y de tiempo
que coquetea con mis manos

Te veo huir del ser
mi arquitectura imposible
nudo infinito y trazo perenne
cada vez y solo cada vez
que me escondo de las nubes

Y ahora eres tú
quien desordena

cada uno
de mis pasos

quien alborota en mí
el trazo

la línea callada
que jamás forma una canción

Lluvia

4:40
todo es lluvia en mi casa
noche es y no habrá sonidos tibios

Cae una onomatopeya dolorosa
en cántaros de tu barro de pasos
y otra, y otra...

Tejo y destejo la madeja
flor y arena es esa carta
que es del mundo y de los dos

4:50
nada pasa excepto lluvia que se cuela
como duda en lo sonidos tibios...