Malentendidos

jueves, 10 de abril de 2008


Es irrefrendable el gesto
de las manos celestes por darme
la nada cernida en mañanas

Tal vez que al enroscarse fatiga
el tronco que nace de los ciegos
y cae mil veces sobre sí

El ciego y su tronco
enfrascado en la lucha 
con los señuelos azules
todo es una dádiva inexpugnable

Y se nos zozobran los cantos
en medio de víctimas blancuzcas

Imperceptibles delatores
han transmutado en bondades
mal entendidas, todas llagas
caricias dolorosas del alma