La cáscara

Todavía la canción es una
bordeada de amor pesado.

-un camino de luz redonda
por el que rueda la lame-

Húmeda de todavías
adheridos a su lomo de canción
se ríen, escondidos
en su roja redondez

En la ruta hay una casa
de vidrios mágicos dorados
ahí queda siempre su reflejo
al pasar, como un atardecer,
más allá de su partida

-macadamio amor
en los dientes del papel
de ellos se ríe con el eco
de su sorna esférica-

Circuito de magia
como el universo
no le va dejar huir
así como a mí tampoco

El mar al tragarse el día

Un nardo no sabe flotar en el mar
y, dicho esto, no flota más

El sol es sol haciendo agua a cierta hora
se pinta la barba de luz para salir
a la trastienda en la que bebe con los otros

Que bello el nardo, oblicuo en las ondas
teñido por el cansancio del sol
que bella partida, se nos va
siendo placentero y efímero,
cuando el naranja deja de serlo.