Los peces

miércoles, 14 de septiembre de 2011


Déjalos volver al cielo
que ahí duermen cuando se sienten cansados
y luego bajan llenos de milagros
o se quedan dormidos en sus nidos
pero déjalos partir
que se asfixian si respiran del recuerdo
como peces que nadaron en tu estanque
y ahora echas a tus pies para mirarlos
para  al retorcerse hacerte sonreír

Un verbo


Ven y dímelo sin miedo y en mi cara
necesito saber por qué reduces en la noche
todas las palabras a un verbo sangriento
que surca este lento espacio y las mata

Preciso entender porqué disparas
cuando fuimos alguna vez un libro
que se abría a la mañana

y no con esto se extingue mi fuego en la quema
que hacía de esa historia una ceniza

ahora entiendo que esto termina donde termina esta línea

El cuarto de adentro


Descubrí al caerse súbitamente el peso de la luz
que al mover tu efigie he pisado sin querer
cómo no parecían más que miembros vacíos
y dejo convencerme por con su cuerpo liviano
de poder sacarte en mil piezas del cuarto de adentro

Pero al mover cada parte que pegamos con el cielo
parece que cediera y se quebrase la pared
se hace grieta honda y se desgaja la carne
grita porque cuando no mirábamos había cobrado vida
como todas las efigies al soplárseles el alma

Retumba el cuarto de adentro porque no quiere salir
la oda hecha a tu estancia cuyo brillo escapa de mis pasos
huele aterrada el hedor del destino inevitable que se asoma
proveniente de mis manos manchadas de culpa primigenia
y la dejo descansar entera mientras llora junto a la pared

Loop eterno

lunes, 23 de mayo de 2011

loop eterno de tu sombra 
que se pisa los pasos
y se muerde la cola
rodea mi furia de mañana
me hace morir en sueños
y renacer
y perecer
y renacer


voy a hacer una pregunta sobre tu supuesto término
¿dónde tu boca deja de fundirse con aquello que odia tu boca como un verso toscamente oscuro e inmoralmente eterno?

mientras tanto tu amor es un vals
un loop eterno de tu sombra
que me rodea como perros hambrientos