en la que una puerta nos impidió retroceder
rúbrica de cielo en esas manos
que cada día son una vuelta a tanto olvido
Y la sumatoria de todos los laberintos
te ha ennegrecido los palacios
abiertos como cuerpos entregados
a la búsqueda de promesas curativas
Todo es una pila de pasos reunidos
gran pira de veces desgastadas
todos surcos se hacen sin sonido
en el avance frente a puertas invisibles
Lento como cada hueso al verse
arrollado por tanto secreto
se vence, y en cada rayo cóncavo
una luz también deja de ser sueño
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