Cuando se lee en el cielo
que uno ha empezado a amanecer
todo niño, se abren
todos los futuros en la espalda
para llorar por toda la neblina
que es un poco de maná
de las divinidades austeras
Así es que ya no crece
ninguno de los páramos,
pasmados se dedican al juego
de esconderse
los críos indómitos y pobres
de todas las historias
en las que ya no queda fuego
Niños celestes
domingo, 18 de mayo de 2008
Escrito por @KNO_Z a las 6:36 a. m.
Tags> poema
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