La fiebre

domingo, 11 de mayo de 2008

Sufro una enfermedad sideral
que convence a todo tipo de palabras
lejanas de entibiarse bajo las alas,
una fiebre del espacio
que alumbra los dientes aburridos
en la que me encuentro mil veces
reflejado en todos los espejos
que han decidido volar
allí, quietos y distantes los platinos.

Enfermedad de demoras
así en esos virus los miedos
encuentran morada tranquila
y el desorden se apropia de cada
gruta rascada en la pared
como nidos de cernícalos famélicos
cuevas de ávidos esdrújulos

Presa de esa calentura
que solía hacer caer a Neftalí,
la fiebre que titila a la distancia
esos guiños agónicos embalsaman
todo cuanto de sano se ha escondido
en el orgánico recipiente
que se erige de las ruinas


Y enfermo es que salgo a verle
y a vivir un poco al borde del mar

1 comentarios:

MIK dijo...

Que bonito!! se me ocurrió sólo comentar eso, tan simples 2 palabras que resumen lo que sentí al leer este poema...
Que Bonito!!! :D