cuando anudo mariposas a la tierra
te veo escapar transparente
y aún cuando todas las muertes
se vayan silbando a la calle de atrás
te señalan, cómo no saber
cuando te inauguras los bajos en fiesta
sólo quise arrojarte mucha mucha sonrisa
Ahora, ahí durmiendo
se te traslucen los cuentos
gracias a las naves con espolones de luz
que arremeten y te dan
y cómo no he de verlo desde aquí
si tus orificios escapan a la mañana
Dímelo otra vez
me gusta saber que construyes universos
para encajarte las estrellas en el pecho
me gusta saber que tu perfección
recorre las falacias más sublimes
Huye artista y no dejes tus gubias
ensartadas en la obra, que perece
toda su arcilla, toda su madera siempre inerte
para qué darle el gusto de volver a morir
Sólo sabes dejar colgada la simpleza
de las noches del invierno, arropando al sol
extraño mártir de tus devenires
porque te atreves a trepar en los mares al revés
donde hundido, has de volar, seguro
horadando tu sonrisa
cómo no verlo claramente, si a tu paso
dejas todas las oraciones inconclusas
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