Estamos nuevamente aquí -es un inicio-
maravillas cronosféricas gigantes
inexpugnables, enredadas como lenguas
sabatinas de capitanes de recuerdos estelares
Murieron éstos últimos, en el mar de sus demonios
presas de una divinidad que resucita,
carente de piedad, a los hundidos y los hinchados
prodigador de lozanía a esas mejillas abisales
Sobrevalúa la vida ese ser omnipotente y egoísta
cómo no apartara de mí sus esbirros celestes
que pretendo hundir mis dientes en el sueño
para hastiarme ahí de un vacío que me calme
Romper el círculo
miércoles, 6 de mayo de 2009
Escrito por @KNO_Z a las 3:15 p. m.
Tags> poema
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