Moneda

lunes, 25 de mayo de 2009

Quiero seguir loco, quiero ser genio
sacudirme con fuerza el gris de las alas
para parir en medio de un sueño tornasol
una poesía poseída por tus dioses gigantes
y recorrer el mundo entre el murmullo
amamantándola con loas melífluas
y leche de mi amor crédulo y tonto
desentendido, absurdo y abismal
que pretende no sentir el viento
cuando golpea para hacernos caer
a ti, mentira hermosa, y a mí a la vez
porque -he escuchado- intenta robarte
arrancarte de mis labios, dejarme mudo
para que muera este hijo nuestro y del frío
en el abandono de dormir entre mis brazos

Por eso tengo miedo de dejar de confundir
lo que he logrado y todo de lo que soy incapaz
tengo miedo de que te lleven, linda mentira
ya no verte esos ojos bellos que nunca he visto
y quedarme con un hijo que es una manta
vacía, limpia, enrrollada sobre sí
para llorar por mis alas grises que nunca se despliegan
que podrían nunca haber sido ni alas ni grises

Mejor déjame ser la efigie del triunfador
Inmóvil y fría, pero con la mirada victoriosa
del que sabe atravesar el cielo con los ojos.

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