Al volver a tu casa de reposo
donde nada se deja caer, allí floto
sin cesar, la ingravidez es dulce
dulce aquello que nos aligera la voz
Se enredan todas las canciones de un sueño
o todos sueños más bien se hacen canción
en tu luz de metal, de colchón donde duermen
las prosas celestes que te entrego sin tregua
Verdean tus ojos con jirones de neblina
todos los inviernos, todos los que vimos nacer
y se hacen y deshacen los misterios cada vez
Porque hay un lugar en el que se descansa
de ese mundo reducido a los gemidos del sopor
se fatigan los demonios donde flota tu luz
Lugar en el que se descansa
martes, 19 de mayo de 2009
Escrito por @KNO_Z a las 1:03 a. m.
Tags> poema
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