Jirón del alma

lunes, 3 de noviembre de 2008

La entrada llevaba puerta truncada
y detrás, al abrir, el nombre tuyo
paseando por los jirones
vestido de manto largo y tilde

Nunca olvidé todas tus galas
el porte dado por un penacho enhiesto
jironeándome las esquinas del alma

Te repetiré -nunca es mucho- de mi memoria
que te viste de sombrero a toda hora
más allá de las hojas amarradas con candados
donde huele a que afuera sucede lo que adentro
de todos mis secretos, pasajeros de la luna en las ventanas

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