Al fin, esa verdad
se esconde detrás
de una tibia doctrina
y ya dijo mamá
ten valentía
no te toques las heridas
Así es que me convierto
en todo lo que soy
y me perfilo como un nudo
en el corazón del cielo
Salté sobre tu sién
para anidar
allá muy lejos del mundo
el olor, el dulce olor
debe morir
y que ya no me rastrees
Porque no soy mucho más
que de lo que juraste escapar
la verdad es que nos convertimos
en mentiras que regresan
Y no queda sino
aquello que nunca
fui capaz de decirte
mira cómo se quema el libro
llega al cielo con las historias
que jamás fueron nuestras
El hombre de mentira
lunes, 22 de septiembre de 2008
Escrito por @KNO_Z a las 2:02 a. m.
Tags> poema
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