Entre tanta nube que se calla
ahogada junto al cielo al ver brillar
se extiende tranquilo un río blanco
que tiene el poder de volverme luz
Qué muerte tonta no llama
si su trabajo me haría reír
su corazón el que no calla
nunca me deja de latir
La conexión, el gran pabilo
donde se amarran las campanas
repican en ecos asombrosos
y no paran, no hay donde dejar...
...aquello dorado en la tierra
el fulgor que veo venir
en un dragón montando vuelo
es el guiño de partir
Reír
domingo, 10 de agosto de 2008
Escrito por @KNO_Z a las 5:42 p. m.
Tags> poema
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