No voy a decir nada en tanta vuelta
de muñeca de ballet de verso
que no pueda verse en la mañana
si no escapan tus alondras de mis techos
Soy ciudad y teatro
pero nace en mí la voluntad
de desordenar
tu materia celeste como un asunto de D's
para retener tu esencia
de espacio y de tiempo
que coquetea con mis manos
Te veo huir del ser
mi arquitectura imposible
nudo infinito y trazo perenne
cada vez y solo cada vez
que me escondo de las nubes
Y ahora eres tú
quien desordena
cada uno
de mis pasos
quien alborota en mí
el trazo
la línea callada
que jamás forma una canción
La línea callada
sábado, 1 de diciembre de 2007
Escrito por @KNO_Z a las 4:46 a. m.
Tags> poema
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario